“Antifa
no es una organización, es una idea”, alega el candidato demócrata a la
presidencia de EE.UU., Joe Biden. Pero el FBI reconoció que células anarquistas
dentro del movimiento Antifa están bajo investigación como terroristas
domésticos.
Y la siguiente amenaza es
después del resultado electoral en EE.UU. de esta noche del 3 de
noviembre.
«Nuestra inteligencia muestra
que no importa quién gane las elecciones, ellos [Antifa] están planeando una
ofensiva comprometida con la destrucción del orden global… Su único
propósito es crear confusión, miedo e intimidación», aseguró el veterano y
experto en seguridad Robert Lewis para Fox News.
Lewis es un ex boina
verde del Ejército de los EE. UU. También es fundador de la Primera
Enmienda Pretoriana (1AP), una fuerza voluntaria de profesionales militares,
policiales y de agencias de inteligencia.
Frente a la pregunta si la
policía tenía la capacidad de enfrentar a grupos terroristas como Antifa,
intervino el exagente del FBI Chris Swecker. Explicó que pueden, si se
los permiten.
Uno de los problemas
principales en la aplicación de la fuerza, sobre todo en ciudades gobernadas
por demócratas, es cómo y cuánto han cedido frente a los reclamos de Black
Lives Matter que exige desfinanciar e incluso desmantelar a la policía.
Swecker detalló que la policía
solo puede ofrecer resguardo físico. Pero que necesita aplicar la Ley RICO
(Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), Ley de Chantaje
Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas.
De esa
manera puede investigar sobre el financiamiento de los grupos terrorista
y derrotarlos desde la raíz El ex agente describió a Antifa como un grupo que
busca el cambio político mediante la extorsión, la violencia y la amenaza
constante.
Por su
parte el jefe de policía de Detroit, James Craig, un hombre negro, sumó
al reportaje que «no se puede negociar con estos criminales». Recalcó
que no se refiere a todos los manifestantes, sino a los «criminales» que se
meten en las protestas para sembrar el caos.
In regards to potential post-election violence: While the U.S. Marshals Service generally does not discuss any potential enforcement activities, we can confirm that deputy U.S. Marshals stand ready to respond to violent acts of civil disobedience in any location in the nation.
— U.S. Marshals (@USMarshalsHQ) November 3, 2020
Con respecto a la posible
violencia postelectoral: si bien el Servicio de Mariscales de EE. UU.
generalmente no analiza ninguna actividad potencial de cumplimiento, confirmó
mediante Twitter que los Mariscales de los EE. UU. están listos para responder
a los actos violentos de desobediencia civil en cualquier lugar del país.
El Servicio de Mariscales de EE.
UU. responde al Departamento de Justicia, cuya portavoz Kerri Kupec
advirtió que consideran presentar cargos contra los funcionarios de la ciudad
en violentos disturbios, en el caso de Portland, donde incluso se han usado
bombas molotov contra las fuerzas del orden.
También buscan arremeter
contra los manifestantes violentos. La agencia de noticias AP informó
que un memo del Departamento
de Justicia indicó que el estatuto de sedición no requiere pruebas de
un complot para derrocar al gobierno, podría usarse cuando un acusado
intenta oponerse a la autoridad del gobierno por la fuerza.
Por definición el fascismo,
dicho por su creador Benito Mussolini, es todo dentro del Estado y nada fuera
de él.
Muy distante a lo que ha sido
la presidencia de Donald Trump, que ha logrado mediante la prosperidad del
mercado (con menos del 3,5% de desempleo antes de la pandemia) que millones de
ciudadanos abandonen el sistema de subvenciones de comida (welfare).
Si bien históricamente el
fascismo (tercera posición) estuvo enfrentado al capitalismo de libre mercado, la
extrema izquierda ha logrado convertir a ambos en sinónimos.
En gran medida porque ambos
estuvieron enfrentados al comunismo que buscan instaurar: el fin del Estado tal
y como lo conocemos, a cambio de una dictadura del proletariado.
Pero sobre todo por el juego psicológico que implica. Mediante el terror siembran la idea que el triunfo de Trump será un totalitarismo. Tanto que referentes de Hollywood aclaman votar en su contra “como si tu vida dependiese de ello”.
En medio de esta ola de terror los negocios en las ciudades principales de EE. UU., comenzando por la capital, están vallados y rodeados por barricadas, frente a la amenaza de los destrozos. Para muchos, eso es señal que Donald Trump va a ganar. Pues la violencia viene por parte de grupos de extrema izquierda.
No obstante, los expertos de
seguridad aseguran que habrá violencia gane quien gane. Porque grupos como
Antifa, lo que buscan es el caos.
Escrito por: Mamela Fiallo
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